Hormigón translúcido

Materiales de construcción innovadores: el hormigón translúcido

Las fibras ópticas que integra este compuesto permiten la transmisión de la luz

La innovación en el sector de la construcción y la arquitectura es crucial para el desarrollo de proyectos que no solo sean estéticamente atractivos, sino también funcionales y sostenibles. Uno de los materiales destacados en este ámbito es el hormigón translúcido, una alternativa revolucionaria al hormigón tradicional, conocido por su opacidad y peso, que permite la entrada de luz natural a través de los muros.

Su origen se lo debemos al arquitecto húngaro Aron Losonczi, quien en 2002 fabricó el primer bloque, al que denominó Litracon (Light Transmitting Concrete), integrando fibras ópticas en la mezcla de hormigón tradicional. Estas fibras crean canales que permiten que la luz se transmita de un lado a otro del material. La cantidad y distribución de las fibras ópticas son fundamentales para definir el nivel de transparencia y la capacidad del hormigón para transmitir luz sin comprometer su resistencia.

Sus aplicaciones pueden ser variadas: muros interiores, elementos exteriores, paneles decorativos, mobiliario público, pavimentos… si bien destaca especialmente para la creación de fachadas, las cuales se transforman con el paso de los rayos del sol, permitiendo distinguir formas y sombras. Con respecto al interior, la luz natural no solo contribuye a crear ambientes más agradables, sino que además minimiza el uso de la iluminación artificial durante las horas diurnas, en beneficio de la eficiencia energética del inmueble.

Los retos que afronta este material derivan principalmente de su coste y la necesidad de emplear maquinaria especializada para su colocación, con lo que actualmente existen pocos edificios que incorporen esta tecnología. No obstante, los avances en investigación y desarrollo aspiran a hacer de este hormigón translúcido una opción cada vez más viable y accesible.

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