La puesta de bandera en una obra
Una tradición cuyo origen se remonta a la Edad Media
Es posible que alguna vez hayas pasado por las inmediaciones de una obra y te hayas fijado en que una bandera ondea en lo más alto de la edificación. Arranques de patriotismo aparte, esta eventualidad responde a una tradición centenaria con su origen en la Edad Media.
Por aquel entonces se empleaban andamios muy rudimentarios, habitualmente de madera, cuya inestabilidad suponía un notable riesgo para los trabajadores. Con objeto de calibrar y prevenir accidentes, se colocaba un paño en la parte más alta del edificio, de modo que permitiera conocer la dirección e intensidad del viento.
Con el paso de los años y las mejoras en seguridad, el significado de esta tradición ha ido evolucionando. En la actualidad, la puesta de bandera tiene lugar con la finalización de la estructura de una obra sin que se haya producido ningún accidente, lo cual se celebra con una barbacoa.
Aunque se trata de una tradición cada vez más en desuso, todavía hay empresas que la siguen, especialmente en el marco de las obras residenciales, cuyas promotoras en ocasiones aprovechan la consecución de este hito para organizar jornadas lúdico informativas con sus clientes.